Visitar Rascafría, a unos cien kilómetros de Madrid, garantiza una excursión de naturaleza. Quien se acerca a este pueblo de menos de 2.000 habitantes se está adentrando en lo más profundo de la Sierra de Madrid.
El núcleo urbano de Rascafría cuenta con una arquitectura rural donde sobresale la Casa Consistorial y la iglesia de San Andrés Apóstol, entre otros edificios. En sus calles con encanto encontramos buen número de restaurantes de diversa índole y algunas tiendas de productos locales.
La atracción más destacada de Rascafría es el Monasterio de Santa María de El Paular, una construcción del siglo XIV que se conserva en perfecto estado y que alberga una colección de arte muy destacada. Ahora veremos que se puede visitar y que el paseo desde el pueblo es una experiencia muy interesante.
Arquitectura rural
Al llegar al pueblo encontramos varias zonas de aparcamiento donde dejar el coche. Antes de parar ya hemos venido viendo la frondosa naturaleza que nos rodea y al bajarnos la podemos respirar. A partir de aquí lo que contemplamos es arquitectura rural como en ningún sitio.
El núcleo de población está atravesado por el arroyo del Artiñuelo. Pero no nos dejemos engañar por la palabra: en algunas épocas las aguas limpias de este arroyo bajan con mucho brío sobre su lecho de piedras pulidas. Desde sus puentes pintorescos obtenemos algunas fotos muy atractivas.
Muy cerca de estos puentes encontraremos un gran pilón característico de los pueblos. Pero lo más destacado del entramado urbano es la Casa Consistorial, en la plaza de la Villa, con su bonita fachada de estilo neomudéjar y su reloj debajo de una sencilla espadaña. En su espacio abierto veremos un pequeño templete de hierro y una fuente de dos caños bastante decorada.
Subiendo desde la plaza de la Villa llegaremos a la iglesia de San Andrés Apóstol, del siglo XV, otra de las construcciones que llaman la atención. Su interior no es espectacular, pero conserva algunas esculturas procedentes de El Paular. Y por las calles de Rascafría veremos otros elementos, como la Casona del siglo XV o la antigua Casa de Postas del XVIII.
Toda esta información, y más, la vamos a poder consultar en la Oficina de Turismo de Rascafría, situada en un edificio rural a la entrada del casco.
De Rascafría a El Paular
Desde el pueblo, tomando la carretera de vuelta a Madrid, podemos ir andando por el camino asfaltado. Tras unos minutos, sale otro camino de tierra por la izquierda hacia el Puente del Perdón y que avanza en paralelo al otro lado del río Lozoya tras cruzarlo por el puente de las Barandas. Para muchos, este camino es una de las mayores atracciones del entorno.
En otoño, un gran manto de hojas extiende una alfombra amarillenta sobre el camino. A sus lados se levantan árboles altísimos que dan abundante sombra. El paseo es bastante plano, sin ninguna dificultad para recorrerlo, y en diez o quince minutos nos lleva hasta el Puente del Perdón y el Monasterio.
Pero antes de llegar nos vamos a encontrar, internándonos unos metros a la derecha, un espacio natural asombroso. Es el Bosque Finlandés, que alberga árboles tipo abeto y esconde una pequeña laguna o estanque. Al lado de esta laguna hay una pequeña cabaña de madera, que supuestamente aloja una sauna en desuso, y un embarcadero. Todo este conjunto resulta de lo más pintoresco y fotogénico. De vuelta al camino encontramos una caseta con un cartel que anuncia un hotel de insectos.
Si seguimos avanzando llegaremos, pocos minutos después, al Puente del Perdón. En este punto hubo un puente muy antiguo que facilitaba el tránsito al viejo molino de papel. El puente actual, construido por los cartujos en el siglo XVIII, es de granito, con tres arcos y unas pequeñas plazoletas sobre el tablero que sirven de miradores y descansaderos.
Centro de Visitantes Valle El Paular
El Puente del Perdón está frente al Monasterio de El Paular. Esta zona es una de las más frecuentadas por los visitantes y por eso está preparada para recibirlos. Varias distracciones encontramos en este lugar, que nos cuentan en el Centro de Visitantes Valle El Paular.
El Centro de Visitantes se compone de un punto de recepción al visitante y un área exterior. En el punto de recepción es donde, además de informarnos sobre lo más interesante de la zona, encontramos la exposición permanente «El molino de papel de los cartujos» y alguna exposición temporal. El área exterior puede servir para observar nidos de aves rapaces.
Frente al Centro, al otro lado del Puente del Perdón, está el Arboreto Giner de los Ríos. En este espacio de sendas sinuosas el visitante puede conocer árboles y arbustos de distintos puntos del planeta. Son más de 200 especies caducifolias que nos transportan a los bosques de Asia, Europa y América.
Como decíamos, ya hemos llegado al Monasterio. Si continuamos avanzando otro kilómetro más llegaremos a la zona de las Presillas. Aquí el río Lozoya forma unas piscinas naturales que en verano son perfectas para refrescarse. Un aparcamiento y un restaurante facilitan la afluencia masiva de visitantes.
Monasterio de El Paular en Rascafría
La gran atracción de este entorno es el monasterio de Santa María de El Paular, fundado en 1390 y declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento desde 1876. Durante siglos fue habitado por monjes de la orden de los cartujos, y por eso se le llama también Cartuja de El Paular. En la actualidad, y desde 1954, el monumento está regentado por una comunidad de monjes benedictinos.
El conjunto guarda una larga historia de poderío, deterioros y restauraciones que podemos apreciar en los diferentes estilos artísticos que exhibe: gótico, mudéjar, plateresco, renacentista y barroco. Una de las piezas que más admiran los visitantes es el monumental retablo mayor tallado en alabastro. También algunas capillas impresionantes y esa arquitectura de bóvedas y claustros que nos sitúa en la Edad Media.
El Monasterio custodia las pinturas que creó Vicente Carducho en el siglo XVII para decorar su claustro mayor. La serie se compone de 56 lienzos de grandes dimensiones, la mayoría de los cuales se exhiben aquí. Otros permanecen en el Museo del Prado. Representan la vida del fundador de la orden, san Bruno de Colonia, la vida de retiro de la propia orden y su persecución y martirio en los siglos XV y XVI.
La visita al Monasterio de El Paular es siempre con reserva previa. Para ello se ha establecido un horario de miércoles a domingo, con opciones de mañana y tarde. La visita a la zona monástica es guiada, mientras que la parte de exposiciones en el claustro es autoguiada. En el claustro es donde se contempla la serie cartujana de Carducho. La duración de la visita de ambas zonas es de aproximadamente hora y media. Para utilizar el aparcamiento del monasterio hay que incluir la matrícula del vehículo en la reserva.
Otros pueblos cerca de Madrid
La visita al pueblo de Rascafría, el paseo hacia el Puente del Perdón y la entrada al Monasterio de El Paular nos ocupan toda una jornada muy variada e interesante. Pero por la zona tenemos otros pueblos atractivos que merecen otra excursión. Por la zona norte de la Comunidad, siguiendo el curso del río, está Buitrago del Lozoya, con su recinto amurallado magníficamente conservado. En la sierra son muchos los destinos apetecibles, como Navacerrada, Cercedilla o Guadarrama.
Por el oeste destaca San Lorenzo de El Escorial, con su gran Monasterio y su entramado de calles magníficamente conservadas. Dentro del mismo municipio es muy popular el Valle de Cuelgamuros, con su basílica excavada en la roca y su gran cruz. Pero también por este lado destacan San Martín de Valdeiglesias, Cadalso de los Vidrios y Navalcarnero.
En el sur de la región sobresale Aranjuez, que alberga el Palacio Real y unos jardines que dan mucho juego. Y por el este Colmenar de Oreja, Chinchón, Villarejo de Salvanés y Nuevo Baztán. Más grande y con muchas posibilidades es Alcalá de Henares, donde admirar su casco antiguo y los edificios de la Universidad Cisneriana.
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