Al lado de la Plaza de la Villa, cruzando desde ésta el pasadizo elevado que une la Casa de la Villa con la Casa de Cisneros, encontramos un claro, un espacio abierto en la fisonomía de la ciudad, extraño al tratarse de una zona tan céntrica donde los edificios suelen estar muy pegados unos a otros. Se trata de una plaza sin nombre.
¿Qué plaza es ésta? El visitante que se encuentra con este desahogo para la vista en una localización tan antigua suele buscar la placa pegada a alguna fachada que indique el nombre de la plaza. Tal vez aquí hubo un antiguo mercado o un foro de celebraciones públicas de siglos pasados. Algo así como la Puerta del Sol o la Plaza Mayor.
Pero no la va a encontrar porque no hay ninguna, aparte de las que informan del nombre de las cuatro calles que la forman. Por mucho que busquemos en los mapas no encontraremos nombre alguno, y es que sencillamente la plaza no tiene nombre.
Las calles de la plaza sin nombre
Antiguamente en este espacio existía una manzana de casas, rodeada por las cuatro calles siguientes. Al norte la calle Madrid, paradójicamente una de las más cortas de la ciudad. Se llamó así por discurrir contigua al Ayuntamiento.
Al oeste está la calle Duque de Nájera, que sale de la calle Mayor. Recibe este nombre porque aquí estuvo la casa del duque de este título.
Al sur tenemos la calle Sacramento, llamada así por el antiguo convento de monjas bernardas del Santísimo Sacramento. Hoy el convento está desaparecido, aunque permanece la Iglesia del Sacramento, adoptada como Catedral Castrense, junto al Palacio de los Duques de Uceda.
Y al este queda la calle del Rollo, de nombre enigmático. Según algunos historiadores recibe este nombre porque aquí estuvo el rollo jurisdiccional de la Villa.
En 2022 se instaló en este espacio el monumento a los madrileños deportados a Mauthausen. Consiste en cinco figuras de acero que recuerdan a los hombres y mujeres de Madrid deportados a los campos de concentración nazis entre 1940 y 1945. Las esculturas adornan una explanada que quedaba muy vacía sin ningún elemento visible en su interior.
Una manzana desaparecida
La manzana de casas formada por estas cuatro calles puede verse en el plano de Pedro Texeira de 1656. También aparece en otros planos posteriores, como el de Emilio Valverde de 1880. Pero no en los actuales porque esas casas ya no están.
La manzana fue derribada ya en el siglo XX, quedando un gran espacio libre solado a modo de lonja. Bajo su superficie se aprovechó para construir, hacia 1990, un aparcamiento municipal. Los edificios de alrededor ya están identificados con las cuatro calles mencionadas y no necesitan ninguna otra referencia. Por eso no se hace necesario nombrar y numerar la plaza.
Aunque hay quien la conoce como la plaza del Rollo, la realidad es que ya existe otra plaza en Madrid que se llama así. Concretamente en el barrio de Aravaca, por lo que no podría adoptar este nombre.
Sí podría adoptar la plaza sin nombre el de cualquiera de las otras tres calles, que de momento no existen en el nomenclátor madrileño como plaza. Pero lo cierto es que no lo ha hecho.
De momento la plaza sigue sin nombre.
UN REGALO DE BIENVENIDA
Suscríbete y accede totalmente GRATIS a:
- Mi ebook: "37 planes únicos que te enamorarán de Madrid."
- Guías, Mapas y otros materiales que te resultarán útiles.
- Recibe los nuevos contenidos sobre Madrid en tu email.