Si eres de los que disfrutan de la comida asiática de calidad, tienes que probar el Restaurante Mandarin, situado en un anexo del Casino Gran Madrid, en el paseo de Recoletos.
La especialidad de este restaurante es la gastronomía cantonesa, que preparan con gran esmero. Su carta, además, ofrece una variedad de platos japoneses, como los pescados al estilo sushi o sashami y las tempuras.
El otro gran atractivo del Restaurante Mandarin es su conexión con el Casino, al que puedes acceder sin salir del establecimiento porque es todo uno.
La carta del Restaurante Mandarin
En el Mandarin podemos elegir, para no tener que pensarlo mucho, un menú degustación entre los dos que ofrece. En el primero, de 38€ por persona, el plato estrella sería el Tobayaki de jamón de pollo y salsa Teriyaki; y en el otro, de 48€, el plato estrella sería el bacalao negro con Miso Sakito.
El resto de la carta es bastante amplia y se adapta a casi todos los gustos, con variedad de pescados, diferentes platos de pollo y carne roja. La sección de platos japoneses es más extensa que la anterior, y te resultará fácil encontrar un plato que nunca hayas probado.
De primera mano puedo recomendar la Tempura de gambas de roca y salsa cremosa, el Pollo schezuan y las Brochetas de pollo. Entre las especialidades japonesas, repetiría el Nigiri de Foie y el Uramaki de Atún Picante.
A la sección de postres no me pareció que le dieran mucha importancia, como suele ocurrir en los restaurantes asiáticos. Ahora bien, el Soufle de Mandarina estaba más que pasable.
En cuanto a precios, nosotros aprovechamos el descuento del 40% de una web de reservas. En estas condiciones, comer en este restaurante de medio lujo no sólo es asequible sino que se puede convertir en hábito.
Comer y ganar en el Restaurante Mandarin
Esto de que el Restaurante Mandarin sea parte del Casino Gran Madrid de alguna forma induce al juego, aunque no es necesario pasar por las mesas. El día que cenamos allí recibimos una invitación de 10 euros por persona para jugar en el Casino en la sección de máquinas de azar.
Uno puede jugarse el bono regalado y largarse o bien puede seguir jugando si se rasca un poco el bolsillo. Esto último es lo que hicimos nosotros y, aunque parezca mentira, acabamos ganando.
No nos hicimos ricos, unos cuarenta euros más o menos, pero fue lo suficiente para que la cena nos saliera casi regalada. Además el parking, justo debajo del Casino Gran Madrid, corría por cuenta del restaurante.
El Restaurante Mandarin está en el paseo de Recoletos 37, enfrente de la plaza de Colón y de la Biblioteca Nacional. A pocos metros de su puerta verás una Rana de la Fortuna de tamaño gigante.
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