El Museo del Ferrocarril es un museo estatal situado en el centro de Madrid, en lo que fue la estación de Delicias. Inaugurado en 1984, su objetivo es conservar y dar a conocer el patrimonio histórico y cultural ferroviario español.
Locomotoras antiguas de vapor, eléctricas o diésel y vagones de distintas épocas son protagonistas en la colección. Pero también piezas de infraestructura ferroviaria, maquinaria, carteles, maquetas, uniformes, fotografías y muchos otros objetos relacionados.
El edificio en que se encuentra es en sí mismo una pieza digna de contemplación. Porque se trata de una gran estación que ha perdido su uso original y ahora sirve para este fin museístico. El Museo del Ferrocarril está gestionado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
Colección permanente
El Museo del Ferrocarril organiza su exposición de forma que el visitante pueda seguir la historia del sistema ferroviario español. El acceso se realiza directamente a la zona de andenes y vías, la que transitaban los viajeros cuando la estación estaba en uso.
En esta zona principal vemos las piezas más deslumbrantes de la colección, porque se trata de los trenes conservados por la entidad. El visitante recorre los tres andenes, contempla los trenes desde fuera y escucha las indicaciones del guía, cuando es el caso, o lee los carteles explicativos.
Aquí vemos locomotoras antiguas con su chimenea para expulsar el vapor y vagones de madera. También encontramos, entre otros, un Talgo, el tren que marcó una época en el transporte ferroviario nacional. Sobre el andén veremos la Fargo Power-Wagon WM300, vehículo de transporte de Dodge Chrysler adaptado para circular sobre raíles.
También se expone un Ómnibus de “Servicio al Ferro-Carril”. Una de las locomotoras presenta un corte longitudinal para permitir la observación de su interior. En una de las salas nos encontramos con la locomotora de vapor 020-0201, adquirida por el Ferrocarril Urbano de Jerez en 1871.
Las salas del Museo del Ferrocarril
Desde los andenes el visitante puede acceder a las salas laterales que completan la exposición. Una de ellas está dedicada a las infraestructuras ferroviarias, fundamentales para el funcionamiento de todo el sistema.
Una serie de paneles explican la importancia de este apartado con aparatos reales y una reproducción de una instalación de vía completa, con carriles, traviesas, balasto (piedras de sustentación) y catenaria eléctrica.
La sala de relojes guarda algunos ejemplares típicos de las estaciones de tren. Pero sobre todo nos llama la atención sobre lo que supuso la llegada del ferrocarril para la concepción del tiempo. La organización de las líneas ferroviarias exige una medición del tiempo muy precisa, en horas y minutos, que hasta su aparición no era tan importante. Esto desembocó en una unificación horaria en todo el país.
Una de las salas más espectaculares es la que alberga la gran maqueta Territorio Ferroviario. Se elaboró en 1998 con motivo del 150 aniversario del Ferrocarril en España y tiene una superficie de 300 metros cuadrados. Sus 850 metros de vías tienen capacidad para 66 trenes, acompañados de estaciones, andenes, pasos elevados, túneles y una ambientación minuciosa.
Mucha actividad en el Museo del Ferrocarril
El Museo del Ferrocarril ofrece otros servicios y actividades. Por ejemplo, es frecuente encontrar exposiciones temporales en su interior, como la que se exhibió sobre sus 170 años de historia o la que ofrecía toda una colección de fotografías realizadas por Juan Salgado Lancha, fotógrafo de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante.
Dispone de un Archivo Histórico y una Biblioteca Ferroviaria que son centro de referencia para la investigación ferroviaria. En el Archivo se integra una fototeca con más de 400.000 imágenes que completan sus fondos. Además, en la Biblioteca se incluye una hemeroteca con miles de publicaciones, algunas de las cuales se reciben periódicamente.
Es frecuente encontrar grupos escolares siguiendo las explicaciones de un guía. El Museo cuenta con un área de Educación y Comunicación que se ocupa de programar actividades educativas para acercar al público el conocimiento sobre el mundo ferroviario.
El Museo celebra un día al mes un mercadillo de modelismo donde los aficionados pueden comprar, vender o intercambiar artículos. También se organiza una Feria de coleccionismo y juegos para que las familias recorran el museo de manera divertida.
La estación de Delicias
El edificio que alberga el Museo del Ferrocarril es la Estación de Delicias, que estuvo activa desde su inauguración en 1880 hasta su cierre en 1971. Esta estación estuvo equipada con todas las instalaciones y servicios necesarios para el transporte de viajeros: facturación de equipajes, venta de billetes, recepción de mercancías, etcétera.
Su primer servicio fue la conexión con Ciudad Real, que acabaría llegando a la frontera con Portugal. El diseño, donde abundan el hierro y el vidrio siguiendo las tendencias más modernas de entonces, correspondió al ingeniero francés Émile Cachelievre. La nave principal recibe mucha luz natural con sus 170 metros de largo por 35 de ancho y 22,5 de altura máxima.
La estación ha servido para múltiples rodajes de series y películas. Es especialmente conocido el rodaje de Doctor Zhivago en sus andenes para reproducir la estación de Moscú, curiosamente antes de que se cerrase para el uso de viajeros. Con anterioridad ya se habían rodado La vida en un hilo o La violetera.
Tras el cierre de Delicias para el transporte de viajeros, e incluso después de su conversión en Museo, muchos otros rodajes han pasado por sus andenes. Por ejemplo, Rojos de Warren Beaty, Amantes de Vicente Aranda o El amor perjudica seriamente la salud de Manuel Gómez Pereira. También series como Cuéntame cómo pasó, El tiempo entre costuras o Las chicas del cable.
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