España es uno de los destinos turísticos más apetecidos por los viajeros. Por eso ocupa siempre los primeros puestos en las listas de países más visitados del mundo. Su capital, Madrid, es en buena parte causante de estos datos, pero hay otros destinos muy interesantes.
La ruta que proponemos aquí pasa por la capital española y hace parada igualmente en algunas ciudades imprescindibles para conocer bien el país que son Patrimonio Mundial de la Unesco. Antes, vamos a ver algunas cuestiones prácticas para organizar el viaje.
Cuándo viajar a España y cómo
En general, España es un país de mucho sol, por lo que cualquier época es buena para visitarlo. Ahora bien, teniendo en cuenta que vamos a visitar el centro, donde los veranos y los inviernos son rigurosos, no está de más elegir las estaciones intermedias.
Viniendo desde fuera de España, lo ideal es llegar al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Se trata de un aeropuerto muy moderno que además está bien comunicado con el centro y con los alrededores.
Desde aquí, para nuestra ruta lo ideal es moverse libremente, por lo que conviene pasar por una casa de alquiler de coches. Esto nos dará una facilidad de desplazamientos que harán el viaje mucho más provechoso. También se puede alquilar un coche en estaciones de tren o en el centro.
Pero para esta ruta resultará más cómodo hacerlo en el aeropuerto y desde aquí saldremos a nuestro primer destino. Se trata de conocer primero algunas ciudades del interior para cerrar el círculo de nuevo en Madrid.
Una ruta por España
Segovia
Nuestra primera parada por ciudades Patrimonio Mundial la haremos en Segovia, a unos noventa y cinco kilómetros del aeropuerto. Lo que llamó la atención de la Unesco en esta ciudad castellana para incluirla en su lista en 1985 fue su casco histórico y su acueducto.
Lo más recomendable es conocer sus tres elementos más destacados: el Alcázar, que es un castillo como de cuento, la Catedral, la última de estilo gótico en España, y el Acueducto, una impresionante arquería levantada en el siglo II por los ocupantes romanos. Entre medias encontraremos un entramado de calles y monumentos con mucha historia. En su gastronomía típica destaca el cochinillo asado, que se puede probar en muchos restaurantes, como Cándido o José María.
Ávila
A menos de 70 kilómetros desde Segovia, desplazándonos hacia el suroeste, tenemos la ciudad amurallada de Ávila. Aquí una de las mayores diversiones de los visitantes es caminar por el adarve de su Muralla, desde donde se contempla todo el centro histórico y sus alrededores.
Su Catedral es la primera de estilo gótico de España, levantada desde el siglo XII, y su ábside se incrusta en la Muralla, formando un cubo robusto. De no perderse es la plaza del Mercado Chico, sus numerosos palacios y el mirador de los Cuatro Postes, desde donde se toma la más típica imagen de la ciudad. A la hora de comer no puede faltar el chuletón y los torreznos con patatas revolconas.
Toledo
A unos 130 kilómetros de la anterior encontramos Toledo, quizá la ciudad más buscada del centro peninsular después de Madrid. A este lugar se lo conoce como la ciudad de las tres culturas por haber convivido en ella cristianos, musulmanes y judíos durante siglos dejando en sus calles y rincones el rastro de esa convivencia.
De su patrimonio destaca la Catedral gótica, con una estética exterior impresionante que destaca en todas las panorámicas de la urbe. Además, no podemos dejar de visitar la plaza de Zocodover, el Alcázar y una gran cantidad de templos, museos y monumentos. A la mesa son clásicos los platos de caza.
Madrid
Terminamos nuestra ruta en Madrid, capital del país que también se incluye en la lista de la Unesco gracias al Paisaje de la Luz, que abarca el eje del paseo del Prado y el Parque del Retiro. En esta ciudad encontraremos un montón de planes divertidos, además de mucho que ver. Su espacio más representativo es la Puerta del Sol, con varios elementos que no podemos perdernos como el reloj de las campanadas o la placa del Kilómetro Cero.
Un paseo por el centro deberá llevarnos también por la plaza Mayor, el Palacio Real, la mítica Gran Vía, la fuente de Cibeles o la simbólica Puerta de Alcalá. Además, tengamos en cuenta que Madrid es ciudad de grandes museos, como el Prado, el Thyssen o la recién inaugurada Galería de las Colecciones Reales. Entre la gastronomía típica siempre aparece el cocido madrileño.
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