Al visitar Madrid por primera vez, es fácil acelerar el paso de forma alegre a medida que nos acercamos al Museo del Prado, el Reina Sofía o la Plaza Mayor. Hay lugares únicos que atestiguan como ningún otro la historia de una ciudad, y, en Madrid, esos lugares son sencillamente espectaculares. Picasso, Goya, Velázquez o José de Ribera te esperan en los rincones más codiciados por los turistas de Madrid, ¡y harías bien en visitarlos!
Pero, tras ese frenesí inicial, los lugares más emblemáticos de la ciudad van dejando paso a todo un mundo de posibilidades en las calles del Madrid más castizo. A partir de aquí, empezarás a contemplar Madrid cada vez más como si ya vivieras en ella, y querrás buscar los lugares donde los verdaderos madrileños y madrileñas disfrutan de su día a día. ¡Prepárate para disfrutar del sabor más auténtico de Madrid en todo su esplendor!
A medida que vayas descubriendo el encanto de los bares de Lavapiés, explorando el recóndito Parque de El Capricho o encontrándote con sorpresas únicas en El Rastro, te irás enamorando cada vez más de la ciudad. Cuando menos lo esperes, estarás buscando tu próximo apartamento en Madrid con Rentola company, ¡y solo será cuestión de tiempo que pases a ser un madrileño o una madrileña más!
Los bares de Lavapiés
Lavapiés es el barrio más popular para explorar un sinfín de pequeños bares con una enorme vida cultural. Lejos del glamour de los grandes clubes, los bares de Lavapiés son el lugar perfecto para salir a tomar una cerveza y disfrutar de la compañía de los amigos, sin más. Cada fin de semana, Lavapiés se llena de gente que comparte una misma manera de ver la vida y que, semana tras semana, esperan con impaciencia el ‘finde’ para ver a los ‘colegas’.
En bares como La Pianola o La Playa de Lavapiés podrás degustar algunas de las mejores tapas de Madrid, mientras que bares como La Huelga te permitirán disfrutar de la mejor música en vivo de la capital. Exposiciones de pintura, lecturas poéticas e incluso pequeñas obras teatrales pueden aparecer sin previo aviso en cualquiera de estos bares, ¡así que más vale que te encuentren allí! Cuando vivas en Madrid, Lavapiés será casi como tu segundo hogar.
El Rastro de Madrid
Si eres una persona algo más diurna –o si, simplemente, enlazas con las copas de la noche anterior–, seguramente te encantará visitar el Rastro de Madrid. Este mercadillo callejero tiene siglos de historia, y se cree que comenzó su recorrido en torno al año 1740. Surgió como un lugar para la compra-venta de artículos de segunda mano, y aún mantiene este espíritu a día de hoy, pese a que muchos de sus puestos se han profesionalizado.
El Rastro tiene unos 3500 puestos regulados, y algunos otros que eluden más o menos el control del ayuntamiento. En ellos puedes encontrar de todo, desde ropa usada hasta fotografías antiguas, discos de vinilo, militaria de la Guerra Civil española, artículos de colección ¡y mucho más! En este lugar puedes encontrar prácticamente cualquier cosa, y, además, tendrás a tu disposición un sinfín de puestos de comida y café ambulante.
Mercado de San Miguel
Aunque podrás ver algunos turistas en el Mercado de San Miguel debido a la proximidad de la Plaza Mayor, este mercado madrileño no solo está repleto de encanto, sino que es uno de los mercados más antiguos de Madrid –y, quizá, de España–. Este lugar ya era un área de mercado en tiempos medievales, aunque, por supuesto, en aquel entonces era un mercado abierto, y se ha mantenido desde entonces como un popular mercado en la ciudad.
Durante el siglo XIX, el Mercado de San Miguel pasó a ocupar el espacio donde antes se encontraba una antigua iglesia, y no fue hasta comienzos del siglo XX que se construyó un mercado techado al estilo parisiense. El declive posterior del mercado ante el auge de las grandes superficies promovió su reconversión como mercado tradicional, tomando como referencia el Mercado de la Boquería en Barcelona.
Cerro del Tío Pío
Con un nombre popular que no citaremos aquí, el Cerro del Tío Pío es un emblemático parque en el barrio de Numancia, en lo que en su día fueron las afueras de Madrid. Se caracteriza por tener siete colinas verdes que lo hacen muy reconocible y que, gracias a la ausencia de árboles, permiten disfrutar de unas vistas espectaculares de la capital de España. ¡Por eso es un lugar ideal para relajarse al anochecer y contemplar el ‘skyline’ de Madrid!
Al encontrarse en un barrio residencial en Puente de Vallecas, este parque es prácticamente desconocido para los turistas. Es uno de esos lugares que harás tuyos si vives por la zona, o, simplemente, si pasas en Madrid el tiempo suficiente para escaparte de vez en cuando a sus colinas y disfrutar de un merecido descanso en una de las áreas más tranquilas de Madrid. ¡Además, es un rincón perfecto para disfrutar de un paseo romántico con tu pareja!
El barrio de Malasaña
Podemos completar nuestro recorrido por el Madrid más castizo en el Barrio de Malasaña, unas de las mejores áreas para disfrutar de las tapas de Madrid. Si te gustan los calamares a la romana, la tortilla española y unas buenas cañas, ¡entonces Malasaña es el lugar perfecto para ti! A diferencia de los bares de tapas de las zonas más turísticas, los bares de Malasaña te ofrecen precios mucho más asequibles, tapas más generosas, y un ambiente encantador.
Además, el barrio de Malasaña tiene una importante historia a sus espaldas. Llamado así en honor de Manuela Malasaña –una joven bordadora que falleció durante el levantamiento del 2 de mayo de 1808–, este barrio fue además un lugar central para la popular ‘movida madrileña’ de los años 70 y 80. Este movimiento cultural alternativo marcó una era, y todavía resuena a día de hoy en bares como Penta o La Vía Láctea.
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