El Real Madrid y sus aficionados han vivido un final de temporada frenético. La actualidad blanca ha pivotado sobre dos realidades que tenían que marcar de manera directa su presente y su futuro. Como elemento inmediato: la final de la Champions League. Su triunfo suponía la culminación en un proyecto ganador donde un grupo de futbolistas, muchos ya asentados en la treintena, debía reafirmar su ambición competitiva. Y el segundo aspecto trascendental era el fichaje de Kylian Mbappé, un traspaso mediático que finalmente no se ha podido materializar.
Esta era la pieza que habría ayudado a Florentino Pérez a impulsar al nuevo Santiago Bernabéu con una apuesta deportiva de futuro. Un doble mensaje: lo hemos ganado todo, y con Mbappé, lo tenemos todo por ganar. Al final el Madrid tendrá que buscar otros perfiles deportivos, pero el triunfo en la máxima competición del fútbol europeo -absolutamente inesperado a final de curso- se contrapone al varapalo del no fichaje del delantero francés. Un éxito majestuoso disimula una decepción mayúscula. Y el nuevo estadio llegará con un Madrid campeón por decimocuarta vez.
El entorno merengue afrontará la próxima temporada defendiendo el título de la Champions League. Será uno de los equipos referencia del fútbol europeo, y el periodismo deportivo estará más centrado que nunca en su rendimiento sobre el césped. De la misma manera, también tendrá un papel protagonista en otros aspectos de la esfera mediática, como es el caso del rol de favorito que ostentará en los torneos que dispute. La variedad de casas de apuestas -siempre receptivas a la actualidad- colocará al Madrid como aspirante a todo, y sus futbolistas, como es el caso de Benzema, también serán candidatos al máximo anotador. Una presión añadida que los últimos tiempos tampoco ha afectado lo más mínimo al rendimiento del club, siempre acostumbrado a competir.
Un templo deportivo
Antes hemos hecho referencia a la remodelación del nuevo templo madridista. Un estadio espectacular llamado a convertirse en uno de los templos deportivos más importantes del mundo. No solo por los partidos que se disputarán sobre su césped, sino porque muchas innovaciones que se están llevando a cabo también están orientadas a otros eventos multitudinarios, como son conciertos, convenciones u otras actividades culturales. Las obras iniciaron en junio del 2019, y está previsto que finalicen el próximo año.
Seguidamente, repasaremos cuáles son los puntos fuertes de esta remodelación en profundidad. Lo primero que cabe destacar es su nueva apariencia externa. El recinto deportivo será cubierto con un sarcófago plateado, que podrá ser iluminado por la noche y en el que se podrán proyectar imágenes gracias a un sistema tecnológico innovador.
El estadio también dispondrá de un techo retráctil, que ayudará a hacer frente a las diversas inclemencias meteorológicas que aparezcan a lo largo del calendario. También ayudará a proteger a los futbolistas y aficionados de la lluvia, y con el recinto cerrado se generará el efecto «olla a presión», tan característico de los pabellones deportivos.
Otro de los elementos clave de los que dispondrá el nuevo templo madridista es la creación de una terraza con 360° de visión, desde la que se podrá disfrutar de algunas de las mejores vistas de la capital española. También contará con un servicio de restauración, que posibilitará disfrutar de los partidos desde esta zona del recinto.
Avances en el nuevo Bernabéu
Adicionalmente se instalará un marcador con visibilidad envolvente; allí aparecerán desglosadas las distintas estadísticas que vaya ofreciendo el partido. El museo también aumentará su superficie total, mejorando la ya de por sí visita ineludible que ofrece el tour del estadio.
En relación con el terreno de juego, el césped podrá esconderse bajo tierra, implantando un sistema retráctil que protegerá su superficie cuando el estadio sea utilizado para alguna actividad que nada tenga que ver con el fútbol. Como si de un ascensor se tratase, la moqueta verde se trasladará a un nivel inferior, y aparecerá un nuevo tapiz por donde los asistentes podrán caminar.
También se implementará un nuevo servicio de parking, preparado para aumentar la capacidad de visitantes que opten por desplazarse en transporte privado.
En cuanto a la conectividad, todos los espectadores que asistan al Santiago Bernabéu disfrutaran de conexión wifi. Un elemento indispensable en la era de la conectividad permanente, un servicio que ayudará a compartir fotografías, vídeos y comentarios desde el epicentro de los hechos.
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