Una de las escapadas más habituales que se suelen hacer desde Madrid es la excursión a Chinchón. Este municipio del sur de la región tiene una historia y un patrimonio cultural que bien merecen dedicarle una jornada.
Es típico ir para comer en uno de los restaurantes de su famosa plaza Mayor. Pero además hay una serie de edificios y rincones que son objeto de guías y recorridos turísticos. Para descubrirlos cómodamente puedes hacer un recorrido a tu aire siguiendo los consejos que vas a ver aquí. O seguir un Free Tour por el pueblo, de reserva gratuita y propina final.
En fechas señaladas, además, el pueblo se transforma. El mercado medieval en Carnavales, la Pasión de Cristo en Semana Santa, los famosos encierros o las fiestas patronales de agosto son algunas de las actividades que jalonan el año chinchonense. Aunque a algunos nos gusta más visitar Chinchón en día comunes, sin eventos especiales.
Plaza Mayor de Chinchón
Antes de nada, hay que decir que si vienes a Chinchón en coche lo más prudente es aparcarlo fuera. A la entrada del pueblo, junto al monasterio de las Clarisas, hay un espacio que sirve de aparcamiento. Desde aquí, subiendo a pie por la calle de los Huertos, llegas directo a la plaza principal.
La Plaza Mayor es sin duda el centro de Chinchón, no sólo geográfico, también de la vida cotidiana y turística. Desde aquí vas andando al resto de visitas y aquí acabas regresando siempre. Se trata de una plaza muy curiosa, de las más bonitas de la Comunidad de Madrid. En uno de sus lados hay una magnífica fuente mural, muy adornada, con dos caños y un pilón tipo abrevadero.
En esta plaza se celebraban antiguamente las ferias de ganado y hoy sirve para todo tipo de celebraciones. Está soportalada, con edificios de tres plantas y balcones de madera que llaman “claros”. Los restaurantes más populares de Chinchón están en esta plaza, algunos con mesas en los balcones.
Si vas a visitar la plaza, puedes encontrarte con el tren turístico de Chinchón. Por poco dinero este transporte te lleva por el mirador junto a la Torre del Reloj, circunda el pueblo y te acerca al castillo de los Condes de Chinchón. También puede que te encuentres una reata de burros para dar un paseo a los niños pequeños.
Otras cosas que ver en Chinchón
Parador de Turismo – Monasterio de los Agustinos. El Parador ocupa el edificio que antaño fue monasterio de Agustinos, del siglo XVII. Ya en el siglo siguiente, durante la Guerra de Sucesión, se hospedó aquí el Archiduque Carlos. Más tarde el edificio se convirtió en un centro de formación humanista y con la desamortización de Mendizábal pasó a ser juzgado del partido judicial. En su restaurante es muy popular el cocido madrileño, que aparece en algunas listas de los mejores de Madrid.
Ermita Nuestra Señora del Rosario. Adosada al Parador está esta ermita, que en su día fue la iglesia del monasterio. Consiste en una sola nave con capillas laterales que sirvieron de celdas durante la Guerra Civil. Sobre el crucero destacan unos frescos barrocos muy coloridos. Su festividad se celebra anualmente el tercer fin de semana de septiembre.
Casa de la Cadena. Al lado de las anteriores, la Casa de la Cadena es un edificio de finales del XVII con una puerta de acceso adintelada. Fue lugar de hospedaje del rey Felipe V en 1706, es decir, también durante la Guerra de Sucesión. Frente a la puerta hay una gruesa cadena que da nombre al edificio.
Museo etnológico La Posada. Detrás de la plaza Mayor hay una antigua posada del siglo XIX que alberga el museo Etnológico. Su objetivo es evocar otras épocas de la vida en la región. Aquí encuentras utensilios, herramientas, cocinas, aperos de labranza o la antigua maquinaria para destilar anís.
En el alto del Mirador
Iglesia Nuestra Señora de la Asunción. Desde la plaza mayor se ve la parte alta de esta iglesia, emergiendo sobre los tejados. Se construyó entre los siglos XVI y XVII, por lo que recoge elementos de varios estilos arquitectónicos: Gótico, Plateresco, Renacentista y Barroco. En el centro del Altar Mayor hay un lienzo de Goya, La Asunción de la Virgen, solicitado por su hermano, que era capellán de la iglesia.
Torre del Reloj. A poca distancia está la Torre del Reloj, que en su día estuvo anexa a la iglesia Nuestra Señora de Gracia. El templo sucumbió a la Guerra de la Independencia, pero la torre se mantuvo en pie. Un dicho popular dice que “Chinchón tiene una torre sin iglesia y una iglesia sin torre”.
Teatro Lope de Vega. Muy cerca de la torre y la iglesia anteriores está el Teatro Lope de Vega. Se construyó sobre las ruinas del Palacio de los Condes, que desapareció tras la Guerra de Sucesión. Se dice que en aquel palacio estuvo alojado Lope de Vega, y que en su interior escribió la comedia El blasón de los Chaves de Villalba.
Mirador de Chinchón. En el mismo espacio, bajo la torre, está el Mirador de Chinchón. Desde aquí arriba contemplas buena parte del pueblo, incluyendo un lado de la plaza Mayor. Al fondo puedes distinguir los muros del Castillo de los Condes de Chinchón. Entre el mirador y el teatro está la curiosa estatua de Francisca Enríquez, condesa de Chinchón y virreina del Perú.
No tan al centro de Chinchón
Castillo de los Condes de Chinchón. Situado en las afueras del pueblo, en un terreno elevado, está este castillo construido a finales del siglo XV. Sufrió destrozos en las guerras de las Comunidades, Sucesión e Independencia y posteriormente sus materiales fueron aprovechados para reparar casas y caminos. Su último uso fue como fábrica de licores.
En la actualidad, el castillo es propiedad privada y su interior no se puede visitar. Lo que sí puedes hacer es acercarte a verlo por fuera y aparcar tu coche en el gran aparcamiento que hay al lado. Incluso puedes hacerte una foto en el puente sobre el foso, junto a la puerta de acceso. Desde aquí también hay una vista amplia hacia los campos de la zona.
Monasterio de Monjas Clarisas. Fundado en mitad del siglo XVII por los Condes de Chinchón, este monasterio lo encuentras a la entrada del pueblo, junto al descampado que sirve de aparcamiento. Su aspecto es sobrio y se compone de un convento y una iglesia, donde está el panteón de los Condes hecho en mármol. Son famosos los dulces elaborados por las monjas.
Dulces típicos y fiestas
Hablando de dulces, llaman la atención algunos que se ofrecen por los escaparates del pueblo. Tetas de Novicia y Pelotas de Fraile son algunas de sus especialidades. Un lugar para comprarlos es el obrador que encuentras subiendo por la calle Grande, desde la plaza Mayor. También muy ricas sus palmeras de chocolate, pequeñas y muy jugosas.
Dulces aparte, Chinchón es un buen lugar para comer, sobre todo asados castellanos y guisos. Otros productos que se venden son los ajos, el aceite y algunos vinos. Y por supuesto el anís, de tradición de varios siglos, ahora bajo la denominación de origen de Chinchón.
Coincidiendo con carnavales el pueblo se traslada a la Edad Media con un mercado medieval y sus actividades. El Sábado Santo se escenifica la Pasión de Cristo, a cargo de los propios vecinos en calles, plazas y balcones. Hacia mitad de agosto tienen lugar las fiestas patronales en honor de la Virgen de Gracia y San Roque, con toros en la plaza.
La web del ayuntamiento anuncia visitas teatralizadas para recorrer y vivir en primera persona la historia del municipio. También anuncia unas Jornadas de Puertas Abiertas el primer fin de semana de cada mes. Las noches de los sábados de junio a septiembre se ofrecen conciertos de todo tipo de música en lugares principales, como la plaza Mayor, iglesias o el Teatro Lope de Vega.
Otras excursiones desde Madrid
Además de Chinchón, hay otras excursiones desde Madrid que te puede interesar hacer. Por ejemplo, la de San Lorenzo de El Escorial, donde verás el impresionante Monasterio y el Valle de los Caídos.
A unos cincuenta kilómetros de la capital está Aranjuez, que ofrece su espectacular Palacio y sus Jardines. A menos distancia se encuentra Alcalá de Henares, con su famosa plaza de Cervantes y su antigua universidad cisneriana.
Fuera de la Comunidad de Madrid interesa especialmente la excursión a Toledo, con un núcleo histórico plagado de curiosidades, donde destaca la Catedral gótica. A poco más de una hora tienes Segovia, con su Acueducto romano, su Catedral y su Alcázar.
A similar distancia está Ávila, donde contemplarás su increíblemente bien conservada muralla y sus palacios renacentistas. Es típico hacer una excursión combinada Ávila-Segovia de un solo día.
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